menstruar con PResencia

Ahora que se va acercando una edad más madura, voy reflexionando y sintiendo como ha sido mi historia con mi ciclo menstrual. Todo lo que lo he sufrido y disfrutado. Estoy en paz conmigo. Doy gracias por haber descubierto que hay otra forma de estar. Primero fue parir a mis hijas por mi misma, tomando mi fuerza en un parto en casa. Luego sentí que podía criar a mis hijas de forma natural. Y no fue hasta después de iniciarme como madre que llegué a mi, a través de la menstruación. 

Fue un despertar. Han habido muchos. Ahora sé que puedes llegar un poquito más a ti infinitas veces, y hacerlo por innumerables puertas. El ciclo menstrual en aquel momento. me acercó a mi. A mi cuerpo. A la naturaleza.

RECETA  MUJER EQUILIBRIO:

25 ml de aceite de coco

5 gotas de aceite esencial de geranio

5 gotas de aceite esencial de salvia esclarea

5 gotas de aceite esencial de bergamota

Este es un ungüento que te propongo que tengas cerca de ti. En tu mesita de noche. Estos aceites son grandes amigos de la mujer. El geranio equilibra tus emociones. La bergamota sube el ánimo, te ilumina. La salvia esclarea, como dice Maggie Tisserand, es como un ascensor. Si estás muy abajo te sube y si estás demasiado eufórica te baja.

Me gusta ofrecerme este preparado antes de ir a dormir o al levantarme. Aprovecho para masajear mi útero. Con suavidad y sin prisas. Para estar un momento con mis manos sobre esa zona. Y escucharme. Dormirme con mis manos en mi vientre. Me reencuentro a través de este simple y pequeño instante. Me conecta a mi.

 Podrías ofrecerte un baño aromático con las mismas esencias, diluidas en un puñado de sal (mejor ecológica) o con sales epson o leche vegetal. Disfruta de ti. Permite que el aroma te libere, te acompañe, te equilibre, te recuerde quien eres.

La información que el ciclo menstrual trajo para mi ha sido que como mujer que forma parte de la naturaleza, estoy siempre en movimiento. Cada momento es diferente y me aporta diferentes energías, cualidades. En lugar de luchar con ello, me entrego y escucho qué es lo que mi cuerpo me habla. Casi todas sabemos que el ciclo menstrual se compone de 4 tiempos:

– pre ovulación: el óvulo inicia su viaje. Y nosotras también vivenciamos esa experiencia. Por eso estamos con ganas de salir, de iniciar proyectos, aventuras, de relacionarnos, de ir hacia nuestros sueños. Hay una fuerza a salir hacia afuera. El frescor de la juventud. 

– ovulación: el óvulo está espléndido listo para ser fecundado. Ese es un momento de fuerza, de brillar, de estar ahí para nutrir, sostener, totalmente hacia afuera. Es ese sentir de puedo con todo, de dar, de abundancia, hay energía para todo. He ido aprendiendo que no puedo ni quiero estar viviendo esta fase eternamente. Imprescindible vivir el descanso.

– pre menstrual: el óvulo empieza a envejecer si no ha sido fecundado. Es un momento de irse recogiendo, de regresar a casa. De estar más hacia dentro. De ocuparse más de una que de los demás. De intimidad, incluso sexual, contigo misma. De sensualidad, de crear. Cuanto más te entregues a ti más suave es. Cuanto más luchas por mantenerte a toda máquina en el mundo externo más señales envía tu cuerpo de SOS. 

– menstruación: el óvulo muere, sale de tu cuerpo. El ciclo se termina y a la vez empieza. Es una pequeña muerte. Te permite verte si estás ahí observándote. Acogiendo lo que se manifieste. Es tu gran momento. Son esos 3-4 días y si me apuras (no te puedes permitir parar mucho) al menos date atenciones, haz una siesta, cuida tu primer día. Descubre el sofá de tu casa. Crea. Hay mucha información para ti. La intuición está ahí para ayudarte. La creatividad ayuda a expresar los mensajes de tu esencia femenina para que los recojas y los lleves a tu próximo ciclo.

Puedes disfrutar todo este ciclar. Puedes escribir un diario menstrual. Recoge tu día a día. Tu fase, la fase de la luna, tus sueños, tus emociones, tu estado físico. Si lo haces por unos meses descubrirás cosas que se repiten y necesitan ser atendidas en tu vida. Pinta con tu sangre menstrual. Entra en contacto con ella. Prueba un método higiénico que te permita reconciliarte con tu sangre (copa menstrual, compresas de tela) y que sea más sostenible para el planeta. Siembra tu luna. Entrega tu sangre a la tierra. Agradece, ofrenda, pon la intención para que te ayuda a avanzar en lo que deseas. Crea un cinturón menstrual. Llévalo. Sé consciente en qué momento te encuentras de tu ciclo a cada instante. Y si todo esto ya pasó y estás en plenitud. Disfruta de ti. Tu eres el ciclo. Has vivido todas las etapas, tus mujeres danzan en ti: niña-mujer (pre ovulación), amante (pre menstrual), madre (ovulación), anciana sabia (menstruación). Así que ahora toda la energía es para ti, es momento de sabiduría. Has vivido mucho. Sabes.

Valórate, ámate, acéptate siempre. Con aquello que haya, que vivas. Eres tu. Un ser portador de vida. Vívela.