Los aceites esenciales de Young Living me han hecho descubrir la importancia de valorar todo y cuanto nos rodea y recibimos a cada momento. Pues detrás de cada botellita hay un sinfín de personas que pusieron su energía vital, su cuidado, su mimo para que yo reciba en mi casa una esencia que es puro extracto de vida. Cada vez valoro más la pureza, lo auténtico, lo que se hace con amor. Pues esas cosas o esos actos se diferencian claramente de cualquier otr@.
Y eso es lo que descubrí cuando viajé a Croacia, y pude compartir con mis compañeras de equipo. la abundancia. Sentí en todo mi cuerpo, mi ser que era la vibración de Abundancia. La Abundancia empezaba en mi capacidad de sentir y valorar cuanto me estaban ofreciendo. Agradecer a cada momento cuanto me estaba regalando la vida a través de Young Living. Todos somos merecedores de recibir, pero aquello era un paso más, me sentía abierta a recibir y agradecida por tanto recibido. Sentía la generosidad del que daba. Cuanto habían llegado a dar, todas las personas que hacían posible que yo sentada en una silla estuviera recibiendo tantísimo. Pues ese dar de corazón, llega cada vez más a mi vida. Empieza en mi y se expande en todas direcciones. La abundancia comienza cuando compartimos cuanto somos, cuanto sabemos, cuanto tenemos. Pues en ese dar ya recibimos. Y en ese gesto majestuoso la vida nos envuelve de Abundancia y nosotros somos capaces de sentirla. Pues la Abundancia está presente siempre, y la mayoría de las veces no la vemos o no la valoramos.
Así que cuando sentí a todos y cada uno: los que sembraron, los que recolectaron, los que destilaron, los que embotellaron, los que certificaron, los que hicieron el paquete para que llegara a mi casa, los que me atienden por teléfono siempre que necesito, todos los distribuidores que trabajan cada día para expandir Vida, a través de los aceites. Entonces y solo entonces, comprendí el valor incalculable de aquel tesoro que tengo en mis manos cada día y que inhalo y entrego a mi piel. Amoul es una palabra en sánscrito que significa algo así como valor incalculable. Infinito. Aquello que no tiene precio. Y cuando uno siente ese valor, la Providencia, la Abundancia te colman a cada instante, y se genera un flujo increible de amor.
Por eso me doy cuenta, de cuanto se llega a recibir de Young Living, desde el primer momento en que abres el tapón de la botella y los millones de moléculas empiezan a viajar por tu nariz. No hay límites, sólo los que puedas ponerte tu. Por lo demás es infinito y eso cada día me gusta más y lo valoro muchísimo. Gracias, gracias, gracias a Isabella Magdala y a todo el equipo de Amor Infinito, de Pureza Esencial por co-crear juntos cada día más y más Abundancia.